Las nuevas generaciones están adaptadas a la esfera digital, son creativas e innovadores y tienen aspiraciones profesionales
Se dice que cada cual es hijo de su tiempo. Las diferencias generacionales están ahí, pero cada experiencia cuenta, y está dotada de grandes oportunidades. Los millennials (la generación Y) y, en especial, la generación Z aportan el capital humano al presente y futuro de las empresas. Conocerlos es quererlos, y nada mejor que identificar sus perfiles para saber cuáles son las acciones que ayudan a atraer su potencial para generar valor en los concesionarios.
- Vinculación con la tecnología – Un rasgo característico de esta generación Z (los nacidos entre 1995 y 2005) es que son nativos digitales. Están en pleno contacto con la tecnología en su vida cotidiana, conocen todos los trucos, sacan partido de las aplicaciones y las nuevas realidades tecnológicas. Este comportamiento es aún más intenso por parte de los millennials, los nacidos entre 1981 y 1993. Ellos son la generación interconectada que comparte en redes sociales y aspira a tener reconocimiento. Para atraerlos, las competencias digitales y los desarrollos tecnológicos de la red de distribución son un punto a favor.
- Creativos e innovadores – Dinámicos, participativos e innovadores. Los millennials tienen un espíritu creativo e inspiración para crear nuevos proyectos, como startups. Por su parte, el compromiso de los integrantes de la generación Z es más limitado y valoran su vínculo empresarial como una misión o desarrollo profesional constante. Los concesionarios con una buena cultura de employer branding y apuesta por la innovación son una buena opción para que estas generaciones las miren con buenos ojos.
- Consumidores informados: Los millenials son el colectivo del smartphone, los grandes comparadores de productos y conocedores de marca. Su estrecha relación con la tecnología les motiva a estar informados de las últimas propuestas digitales. Se mantienen al día de las características y las funcionalidades del producto antes de acudir a la tienda. Por su parte, la generación Z es mucho más práctica y busca una experiencia onmicanal: bucea en la red, pero siente la necesidad de acudir al establecimiento. Y eso sí, muy importante, está en formación constante. ¿Cómo atraerlos? Compaginando la tecnología, sin olvidar las fórmulas tradicionales del diálogo y la comunicación y ofreciéndoles la posibilidad de contar con planes de formación.